Interseccionalidad y contacto a pie de calle

grupo de activistas con máscaras y portátiles

Existe un método de activismo muy efectivo y a que a nosotras nos gusta mucho, es el contacto directo a pie de calle.

A pesar de lo que muchas personas puedan pensar, este tipo de contacto directo a pie de calle lo inventaron dos hermanas en Londres hace ya casi 6 años. Ellas solas con sus pantallas, sus máscaras blancas y los vídeos de la industria cárnica y láctea hablaban con las personas que se paraban e interesaban por lo que estaban viendo. El colectivo creció y se llamaron The Earthling Experience.

A raíz de lo eficaz que resultaba este método de activismo un grupo de personas comenzaron a copiarlo y a ponerle su “sello”, apropiándose de él y utilizando unas máscaras de una archiconocido cómic para ser fácilmente identificables. 

Parecen lo mismo, pero no lo son

Pero aunque el método sea el mismo, lógicamente por la copia, el colectivo no tiene nada que ver. 

The Earthling Experience somos un colectivo de personas absolutamente horizontal, asambleario e interseccional. Lo otro es una organización internacional y jerárquica, constituida como empresa privada durante varios años, hace unos meses lo han modificado, y que dicen textualmente que “la interseccionalidad es el cáncer del movimiento”. De hecho esta organización está incluso vetada en algunos espacios activistas antiespecistas por su carácter abiertamente supremacista.

¿Y por qué os animamos a todas a salir a las calles y concienciar a las personas a pie de calle bajo The Earthling Experience o el colectivo interseccional que vosotras prefiráis?

La clave está en la interseccionalidad

Pues muy sencillo, porque no se puede luchar contra una opresión mientras ejerces otras. Porque el veganismo no es solo comer cosas ricas y quedar con mis colegas para ir a cenar a un restaurante vegano. El veganismo es político, es antiespecismo, y no podemos entender la lucha antiespecista desde la perspectiva de “yo estoy aquí solo por los animales” porque esta máxima es muy peligrosa, esta máxima parte de una situación de privilegio brutal lo primero, y lo segundo, anula toda lucha contra las opresiones, porque lo que tratamos es de abolir un sistema injusto de esclavitud y explotación, pero de todos los animales, tanto humanos como no humanos.

Los ejes de opresión y de dominación, desde un punto de vista sociológico, tienen unos patrones de operancia en común. Y para acabar con uno debemos de luchar contra todas las opresiones al mismo tiempo sin jerarquizar ninguna, porque las opresiones de género, raza, clase o especie están estrechamente interconectadas y todas forman parte de la misma raíz: las relaciones de poder.

La formas conocidas de opresión en la sociedad, como el racismo, el sexismo, el capacitismo, la homofobia, la transfobia, la xenofobia, el especismo, etc y todos esos prejuicios basados fundamentalmente en la intolerancia, no actúan de una forma independiente, sino que todas estas formas de exclusión están interrelacionadas, creando así un sistema de opresión que refleja la intersección de múltiples formas de discriminación.

El especismo es solo uno más de los ejes de opresión existentes

Los grupos dominantes desarrollan estrategias de poder y de control para de esta forma seguir perpetuando sus privilegios. Si luchamos solo contra la explotación animal eximiendo que los animales no humanos, son los más explotados y sometidos y por ello el resto de opresiones no merecen la misma atención y desvirtúan la lucha antiespecista, estamos avalando y perpetuando la falacia de que algunas opresiones son más importantes que otras y que además, todas son independientes y excluyentes.    

De hecho, incluso a nivel legal se habla de “la discriminación múltiple” siendo esta  reconocida por el Parlamento Europeo en su resolución de 2 de abril de 2009 marcando una serie de protocolos para su detección. Por ejemplo esto lo vemos en situaciones donde convergen varios motivos de discriminación que operan conjuntamente como, por ejemplo, género y raza, dando lugar a una situación de invisibilidad total, mayor vulnerabilidad y un grado además mucho mayor de discriminación.

Por lo tanto, siendo conscientes de que existen unas relaciones de dominación que generan una serie de privilegios a determinados colectivos de la sociedad lo que debemos hacer es luchar por romper esas estructuras de poder desde las que nacen todas las opresiones.

Os animamos desde aquí a uniros a nuestra lucha, a salir a las calles, a luchar por el fin de la explotación animal, pero desde una perspectiva interseccional, sed críticas e investigad antes de formar parte de cualquier organización, por muy famosa que sea, porque a lo mejor estáis haciendo publicidad a algo con lo que no estáis en absoluto de acuerdo. Como decimos siempre, la información es poder.

Vigilias, o despedir a las víctimas en los mataderos

Rocío y Antía se despiden de los cerdos frente a un camión que se dirige al matadero

De todos los tipos de activismo que hay, o que hacemos nosotras, la verdad es que las vigilias son sobre lo que más nos soléis preguntar y quizás también lo que más llama la atención, sobre todo a personas no veganas. 

Las vigilias son muy duras a nivel emocional, no os vamos a engañar. Es demoledor ser testigo directo del asesinato de miles de animales en las pocas horas que duran. Y pagas un coste emocional por estar allí y acompañarlos que luego, como es normal, cada persona gestiona de una determinada manera y es algo muy personal.

Estar en las puertas de los mataderos y ver como entran los camiones, con esos animales asustados dentro, hacinados en muchos casos, como los pollos o los cerdos, con heridas abiertas, cubiertos de heces, pises y vómitos… Y esas miradas que se te clavan en el alma y ya jamás podrás olvidar, es algo realmente muy duro.

Primero ver, escuchar y oler…

Pero ya no es solo la entrada de los camiones. En algunos mataderos también vemos como los descargan, con golpes y palos, como chillan, lloran, como caen unos encima de otros, algunos incluso mueren… Ver todo eso, escucharlo y olerlo (porque el olor lo impregna todo), no es fácil de gestionar, como así nos pasó durante nuestra estancia en el macromatadero de Binefar, un mamotreto diseñado para matar a más de 30,000 cerdos al día. Son experiencias que se quedan grabadas por siempre.

El apoyo del grupo hace mucho, no cabe duda. Pero cuando la vigilia acaba, tú vuelves a tu casa sola, con tu familia, con tus vecinas o amigas… Y la mayoría, por desgracia, no entenderán jamás ni porqué lo haces, ni mucho menos los sentimientos o sensaciones que te producen.

Y luego de vuelta al Matrix

Hacer una vigilia y volver a la realidad de nuestro día a día es equiparable a entrar y salir del ‘Matrix’, como Neo y Trinity lo hacían en la película del mismo nombre. 

Algunas personas, incluso veganas, cuestionan la eficacia de este tipo de activismo. Desde nuestro punto de vista su eficacia está más que demostrada cuando las vigilias llevan ya más de una década haciéndose por numerosas ciudades de todo el mundo cada semana.

¿Para qué sirven las vigilias?

Las vigilias sirven, fundamentalmente, para visibilizar el horror de la industria. Para demostrar que detrás de ese trozo de carne en el supermercado había un ser que sufrió, que lloró y gritó por su vida, porque no quería morir. Sirven para acercar esas miradas, que son exactamente iguales a las de los animales con los que compartimos hogar, o incluso como las nuestras. Sirven para concienciar a las personas y mostrar al mundo la realidad detrás de su “comida”.

En nuestro canal de Youtube tenéis un par de vídeos donde se explica muy bien en qué consiste una vigilia, en ambos casos fueron en un matadero de cerdos de las afueras de Madrid. Siempre que nos escribís para pedirnos información sobre vigilias, porque os apetece comenzar a hacer ese tipo de activismo, os recomendamos  ver estos vídeos porque creemos que lo expone muy bien y se aprecia todo el dolor, el miedo, la rabia, la impotencia…

Un poco de historia de las vigilias veganas

Las vigilias nacieron en Canadá en el año 2007, de una manera totalmente improvisada, cuando un grupo de vecinos de las afueras de Toronto eran testigos de cómo miles de animales pasaban por las puertas de sus casas a diario camino al matadero más cercano. Veían como iban transportados esos animales, veían su sufrimiento y decidieron dedicarles dos minutos en una última despedida antes de ser asesinados.

Rápidamente el colectivo creció y se ha ido extendiendo a varias ciudades y países. Siendo en el mundo anglosajón muy habituales, a nuestro país han llegado como hace un par de años.

El colectivo internacional que engloba la mayoría de ciudades que llevan a cabo este tipo de acciones se llama Animal Save. En España está ya extendido en varias provincias y nosotras pertenecemos a Animal Save Madrid y solemos hacer las vigilias con ellas. Pero aquí otros colectivos también las hacen, como Efam, un colectivo ecofeminista antiespecista del que también formamos parte.

La importancia del activismo

Cualquier tipo de activismo en la sociedad es necesario y altamente positivo para un mayor avance de ese colectivo o movimiento que demanda un cambio social o cultural.

La visibilización hace que las situaciones sean tangibles, sean reales. En el colectivo LGTBIQ, por ejemplo, se denomina “salir del armario” cuando expones tu preferencia sexual o eliges un determinado género.

Las personas racializadas también tienen sus propias luchas y manera de visibilizar las opresiones a las que se ven sometidas diariamente.

Con el activismo podemos acelerar el cambio

Ya hemos contado anteriormente la importancia del activismo antiespecista con la parábola del perro apaleado y ahora queremos volver a remarcar su importancia.

Por supuesto que hacerse personas veganas y dejar de contribuir a todo maltrato y explotación animal ya es un gran paso, pero, por desgracia, actualmente no es insuficiente

¿Y por qué es insuficiente? Pues muy sencillo… Las cifras lo explican por si solas…

El número de animales muertos es espeluznante

Según datos de la  FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), cada segundo son asesinados en el mundo aproximadamente 2.000 animales para consumo humano, sin contar a los peces. Esto supone unos 345 millones de animales al día y en torno a 60.000 millones de animales al año. En cuanto a los peces, al no existir un recuento individualizado se cuentan por toneladas, siendo más de 140 millones de toneladas al año.

En este link podeis ver de una manera muy gráfica un contador de vidas de animales asesinados por segundo, (no tiene ninguna imagen dura).

Estamos ante un desastre ecológico sin precedentes

En cuanto al medio ambiente todos los expertos coinciden en que los próximos 20 años serán decisivos para tratar de revertir la situación actual de crisis climática y todo lo que esto conlleva, como la deforestación, los incendios, inundaciones, acidificación de los océanos, etc. 

Los datos aquí también son  alarmantes; solamente en la Unión Europea más del  71% de las tierras agrícolas se dedican a alimentar al ganado, según datos del último informe de Greenpeace “Alimentando el Problema. La peligrosa intensificación de la ganadería en Europa”.

Pero por supuesto los datos globales son igualmente terribles. Estamos esquilmando al planeta y sus recursos a una velocidad nunca antes vista. Poniendo como ejemplo un cambio en nuestro modelo alimentario veríamos como solo en España se consume 97 kilos de carne por habitante y año, es el segundo país que más carne consume de Europa, solo por detrás de Luxemburgo. Sin embargo, tan solo reduciendo en un 5% este consumo, como ya se ha dado entre los años 2016 y 2017,  equivaldría al cierre de una central térmica de tamaño medio.

Nos están envenenando

Y desde el punto de vista de la salud, pues más de lo mismo. Actualmente ya diversos estudios han demostrado que catorce de las quince enfermedades crónicas y potencialmente mortales más extendidas de nuestra sociedad se deben al consumo de productos de origen animal. Enfermedades coronarias, determinados tipos de cáncer, diabetes tipo II, Alzheimer, demencia, obesidad, hipertensión… Y en vez de tratar de evitar estas enfermedades atajándolas de raíz, es decir, no comiendo alimentos de procedencia animal y optando por una alimentación basada en plantas, el sistema ofrece curas que son meros parches para curar enfermedades que con otra forma de alimentación no tendríamos.

Conclusión

Por lo tanto y resumiendo, para poder acabar con toda esta situación tan dramática en el menor tiempo posible, necesitamos alzar nuestra voz, necesitamos salir de nuestra zona de confort y luchar por todos esos miles de millones de animales a los que no podemos escuchar. Porque se lo debemos. Existen numerosas formas de activismo tal y como os explicamos aquí, tan solo debes de elegir la que mejor se adapte a ti a tus circunstancias actuales. 

Por ellos, por el planeta, únete a la lucha.

Veganuary, o el mejor propósito posible para el nuevo año.

Vaca, cerdo y pollo salvados por el programa Veganuary

¡FELIZ 2020 A TODAS!

Comenzamos año y década, el 2020 ya está aquí. Los comienzos de año siempre se llenan de buenos propósitos que cumplir, nuevos retos que afrontar o nuevos caminos que recorrer.

Nosotras hoy os queremos proponer algo. Os queremos animar a llevar a cabo un cambio en vuestra alimentación, un cambio en vuestro paradigma ético y un cambio en vuestros valores. 

Os proponemos que ampliéis vuestra visión, y que esa empatía y respeto que sentís hacia algunos animales la extrapoléis al resto de animales, de todos los seres sintientes.

Os animamos a alinear vuestra razón con vuestro corazón. A modificar patrones de conducta socialmente establecidos y nunca cuestionados, pero muchas veces negados por no querer ver o no hacer frente a situaciones que os producen una auténtica disonancia cognitiva.

En este primero de año os pedimos, por favor, un cambio en vuestra manera de entender el mundo, un cambio donde tanto vuestra salud, como el Medio Ambiente como, por supuesto, todos los animales, humanos y no, se vean favorecidos y beneficiados. Un cambio que hará de este planeta un lugar más bonito, más seguro, más justo y más amable para todas sus habitantes.

Sabemos que al principio este cambio puede resultar complicado, que cada persona tiene su camino y necesita sus tiempos. Pero desde aquí os ayudaremos, os apoyaremos y guiaremos en todo lo que necesitéis. Os daremos las herramientas necesarias para ello y os facilitaremos ese cambio con amor, empatía y comprensión.

Comenzad esa revolución personal que hará de este mundo un lugar mejor. Luchad porque vuestra gula no supere a vuestro corazón. No antepongáis la vida de un ser inocente, de un animal que quería vivir a unos momentos de placer en vuestro paladar. Porque no es necesario, como ya hemos comentado en este otro post donde hacemos una relación de todas las organizaciones internacionales de profesionales que avalan la dieta vegana en todas las etapas de la vida de una persona, porque no es justo ni mucho menos ético. 

Pero es que además este consumo absolutamente masivo y enfermizo de animales está destruyendo nuestro planeta, acabando con los bosques, con las selvas y con los océanos. 

Y nuestro poder como consumidoras es inmenso. Con cada pequeña decisión del día a día podemos revertir esta situación. No deleguemos responsabilidades en gobiernos o empresas que lo único que están haciendo es seguir destruyendo todo nuestro entorno. La cesta de la compra es un acto político, utilízalo y sé el cambio que quieres ver en el mundo.

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