Nuestra Huella Hídrica

La sostenibilidad de nuestro mundo, la reducción de la pobreza y la seguridad alimentaria son solo algunos de los factores cruciales que dependen de un uso adecuado del agua. Y un uso adecuado del agua no consiste solo en ducharse en 3 minutos y cerrar el grifo mientras te lavas los dientes.

La principal causa de escasez de agua en nuestro planeta se debe a la agricultura, que representa el 70% de la utilización de este recurso. Pero este uso se podría reducir drásticamente si el destino de esos cultivos fueran para alimentar a la población y se redujese o erradicase el destinado a la carne.

Algunos datos sobre la huella hídrica

Según datos de la FAO se calcula que el 70% de la huella hídrica a nivel mundial está relacionada directamente con lo que se come. Lógicamente para producir alimentos se requieren enormes cantidades de agua, pero es la carne el producto que más litros precisa para su elaboración:

  • 15.400 litros de agua para producir 1 kilo de ternera
  • 8.700 litros para 1 kilo de cordero o cabra
  • 6.000 litros para 1 kilo de cerdo
  • 5.000 litros para 1 kilo de queso 
  • 4.300 litros para 1 kilo de pollo

Por ejemplo, para 1 sola hamburguesa se necesitan 2.500 l. de agua

En cambio para la producción de comida basada en plantas nos encontramos con estos datos: 

  • 4.000 litros para 1 kilo de legumbres
  • 2.200 litros para 1 kilo de tofu
  • 1.900 litros para 1 kilo de soja
  • 1.600 litros para 1 kilo de cereales
  • 960 ml. Para 1 kilo de fruta
  • 320 ml. Para 1 kilo de verduras

Lo animales necesitan beber, evidentemente, y mucho, se estima que dependiendo de la especie, el “ganado” debe consumir entre 2 y 60 litros de agua al día. Un animal “productor de leche” consume de 3 a 4 litros de agua por cada kilo de leche producida y de 3 a 4 litros de agua por cada kilo de materia seca consumida en su alimentación.

Un círculo vicioso de destrucción ambiental

Pero aún hay más, la escasez de agua se va a ver incrementada por la rapidez del calentamiento global, se calcula que por cada grado de temperatura que aumente de media el planeta a causa del calentamiento global, habrá un 20% menos de recursos hídricos para un 7% adicional de la población.

Y de nuevo, esta subida de las temperaturas, este cambio climático, viene provocado de forma muy significativa por la sobre-explotación de la tierra dedicada a la ganadería.

Decir que España, a pesar de ser el país de la UE más árido, tiene la segunda mayor huella hídrica de Europa (6.700 litros por persona y día) esto debería hacernos reflexionar sobre nuestra responsabilidad como sociedad y como consumidores.

Tanto la FAO como numerosos estudios internacionales independientes elaborados por organizaciones no gubernamentales como “Earthscan” o por Universidades como la de Oxford, están alertando de la necesidad de cambiar a un modelo alimentario basado principalmente en plantas para reducir nuestra huella hídrica, uno de los factores más determinantes del cambio climático.

Y como solemos decir, nosotras no podemos delegar toda la responsabilidad de esta crisis climática ni de este cambio climático en los gobiernos y la clase política, debemos usar el poder que tenemos como consumidoras y modificar nuestro modelo de consumo comenzando por algo tan básico y vital como es la cesta de la compra.

Fuentes: 

www.aguasresiduales.info

www.researchgate.net

https://www.fundacionaquae.org Estudio ‘The water footprint of farm animals and animal products’, realizado por Mekonnen y Hoekstra y recogido por la plataforma Water Footprint Network.

Si quieres salvar el mar, NO comas peces.

cientos de peces espada muertos en un mercado.

Como lo oyes, y, como ejemplo, os ponemos uno muy sencillo que esperamos os haga reflexionar. El plástico es sin duda un gran mal en nuestra sociedad y, por desgracia, afecta al mar directamente pues la gran mayoría de plásticos acaban aquí, pero solo como dato, las pajitas representan el 0,03% de todo el plástico existente en el mar. Las redes de pesca, por el contrario, representan el 46%. ¿No será mejor dejar de consumir peces antes que pajitas?.

La realidad de la pesca de arrastre

Pero aún hay más. Los barcos arrastreros, utilizan una red gigantesca que se arrastra a lo largo de todo el lecho marino, destrozando todo a su paso, incluyendo corales blandos, estrellas de mar, etc. No dejando rastro de vida a su paso. 

Muchos peces viven cerca del lecho marino, por lo que cuando el arrastrero pesca, recoge todo lo que hay a su paso, incluyendo otras especies que son innecesariamente capturadas y que se devuelven al mar muertas o moribundas.

Plástico y contaminación acústica de los pesqueros de arrastre

Además los barcos de pesca tiran muchísimos residuos al océano, especialmente plásticos, que permanecen cientos de años en el medio marino. Viejas redes, cuerdas y trampas se tiran por la borda cuando ya no son útiles, con un incalculable impacto sobre la vida marina. Solo los aparejos de pesca abandonados representan el 27 % del total de la basura marina.

Además más pesca industrial significa más ruido subacuático. El ruido de los barcos de pesca, amplificado debajo del mar, afecta profundamente a los mamíferos marinos, interfiriendo en su comunicación y en su comportamiento.

Las consecuencias de la contaminación pesquera.

Los llamados macroplásticos, como bolsas, redes de pesca o botellas, provocan el enredo, la malnutrición, la asfixia, la estrangulación de mamíferos y otros animales, como aves marinas. Mientras, los microplásticos de menos de 5 milímetros, son ingeridos por cientos de especies, intoxicando la cadena alimentaria y llegando hasta nuestro organismo.

Actualmente hay ya un kilo de plástico por cada cinco kilos de pescado. Y se estima que para 2025, por cada tres toneladas de peces en el mar habrá una de plástico, esto pone en riesgo a más de 660 especies.

Otros datos sobre la pesca y…

Los datos sobre la pesca son absolutamente escalofriantes. La producción pesquera mundial alcanzó un máximo de aproximadamente 171 millones de toneladas en 2016. Y, además, estos datos no son totalmente reales, puesto que se calcula que un 30% de la pesca mundial es ilegal y no se comunica a las Naciones Unidas.

Por supuesto que es necesario una reducción absoluta de plásticos de un solo uso. Pero solo eso no es suficiente para frenar la muerte de nuestros océanos. Es la pesca intensiva la que está acabando con la vida marina por no hablar de nuestra salud. 

Y no penséis que las piscifactorías y sus peces son la solución, porque no lo es  ni de lejos. Los peces de piscifactoría se alimentan en su mayoría de harina de pescado, lo cual implica aún más capturas para poder elaborarla. Por ejemplo, para alimentar un kilo de atún se necesitan diez kilos de otras especies. Por lo tanto, lo único que estamos haciendo es agravando aún más el problema.

En absoluto… La solución es mucho más sencilla, más económica, más sostenible. Dejar de comer pescado.

Fuentes:

Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés)
The Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (CSIRO)
Proveg España
WWF
Fundación Aquae

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